Se terminaron las fiestas del 2009 y, ante todo, hay que agradecer a la gente de la asociación que ha trabajado, y mucho, para que estas fiestas se celebren un año más: el pregón, las orquestas, la romería, la limonada y la cena de socios.

Puede ser que ya esté un poco mayor para estas cosas y que realmente lo que me pide el cuerpo sea, mas que la fiesta y la algarabía de la primera semana de Agosto, el reposo y tranquilidad de la última.

Estas fiestas en general me parecen un poco "menos de lo mismo". Lamento ser crítico con esto (sobre todo por la gente que las ha organizado y preparado) pero es realmente lo que siento. Las fiestas languidecen por falta de presupuesto y subsisten a base del trabajo desinteresado de cada vez menos gente, y lo que es peor, con cada vez con menos ilusión.

¿Tiene sentido que las fiestas de verano las organice ASAN?

Más aún y dejo ahí la pregunta, ¿tiene sentido a día de hoy ASAN?

ASAN en sus comienzos tenia un sentido claro, organizar unas fiestas del verano para la gente del pueblo que volvía en Agosto a pasar sus vacaciones y posteriormente construir una piscina que activara la vida estival en el pueblo. Y lo consiguió. Lo consiguió convirtiéndose en la referencia de la comarca de la Jara. Lo consiguió en una época donde no había mucho dinero de la administración pública para ofrecer estos servicios.

Desde entonces hasta hoy las cosas han cambiado mucho. El objetivo ahora no son las fiestas de los molinos, sino mantener como se pueda el estado financiero de la asociación para acometer las labores de mantenimiento y mejoras de las instalaciones.

Los ingresos de ASAN provienen mayormente de: las cuotas de los socios, las cuotas de la piscina y los ingresos del bar en las fiestas. Con el esfuerzo de la actual directiva se ha conseguido que el estado financiero evite los temidos números rojos. Pero el mantenimiento y adecuación de las instalaciones que cada día son más exigentes con este tipo de servicios públicos deberán salir de los bolsillos de los socios y del trabajo no remunerado de la directiva.

Hoy en día los Ayuntamientos pueden acceder a dinero público a través de subvenciones que permiten crear servicios e infraestructuras para el uso de sus ciudadanos. Fondos que en el caso de nuestro pueblo no se están aprovechando. De estas subvenciones deberían salir los recursos para la construcción y mantenimiento de las instalaciones deportivas. Parece una triste paradoja que sea ahora ASAN un escollo para que estas subvenciones provenientes de nuestros impuestos sean utilizadas.

¿Sería razonable tener en el pueblo dos instalaciones deportivas una pública (AYUNTAMIENTO) y otra privada (ASAN)?

Creo que el Ayuntamiento tiene la obligación de ofrecer unas instalaciones deportivas de calidad. Parece razonable que esto se realice mediante un acuerdo con ASAN que nos permita a todos disfrutar de unas instalaciones públicas mantenidas con los impuestos de todos.

Creo que ASAN debe hacer los esfuerzos necesarios para facilitar esta solución ya que tarde o temprano las cuotas de los socios van a tener que aumentar para soportar los mantenimientos y reformas necesarias en las instalaciones, lo que nos llevaría a una continua disminución del número de socios y por consiguiente al cierre de unas instalaciones que tanto nos han costado.

Creo que las fiestas de verano deben ser organizadas por el Ayuntamiento apoyándose en las diferentes peñas y asociaciones de la Nava, ASAN entre ellas.

Dejo aquí estas reflexiones, seguramente desde un punto de vista parcial y subjetivo. Espero completarlo con vuestros comentarios.

Apuntes varios:

Un punto a favor de la directiva que se ha preocupado este año de avisar a la gente que se acerca a Navafuentes con la “romería” de dejar el lugar limpio de desperdicios. La vía verde es un patrimonio de todos y debemos cuidarla como un tesoro (realmente lo es).

Un punto en contra para aquellos que dicho aviso les ha entrado por un oído y les ha salido por el otro.

¿No había más gente en el botellón de la carretera de La Estrella que en las instalaciones?

El ruido es contaminación de la misma forma que lo es humo de los coches o los vertidos químicos, como estos se deben controlar y penalizar a aquellos que vulneran la ley.